Provinciémosnos

Quinto y sexto deben conocer las provincias de España. Para ello creé un juego al que titulé PROVICIÉMOSNOS. Regalo para quien quiera usarlo. 





Mi barrio; primero de primaria. Mi ciudad; segundo de primaria.

Si en el currículum de primaria dice que hay que trabajar "mi barrio", pues se trabaja. Vamos de lo más próximo a lo más lejano, poco a poco el egocentrismo infantil va dando paso a una visión más amplia del mundo.
Nos ponemos manos a la obra pensando en qué es eso de un barrio

Para la ocasión hice una pequeña presentación de Prezi que dió mucho de sí. Después de darle algunas vueltas nos planteamos la posibilidad de crear nuestro propio barrio con elementos reciclados


Para ello había que traer diferentes materiales y distribuir misiones; los "clasificadores", aquellos que organizaban las botellas, cajas, hueveras que llegaban de las casas. Los "diseñadores urbanos" quienes, sobre plano (un cartón muy grande), debían dibujar la distribución de este barrio. Y los "diseñadores de exteriores", aquellos que tenían como objetivo el transformar la materia prima en objetos del barrio. Estos roles irían variando de una sesión a otra.


De repente llegó la Navidad a nuestro barrio, así que con piñas decoradas le dimos un toque prenavideño y cuando ya estábamos a punto de tener vacaciones hicimos "la gran nevada", un gran temporal hizo que nuestro barrio quedara blanco.




Muy interesante observar cómo los niños venían con ideas nuevas de casa, me atrapaban en los recreos sólo para comentarme (en secreto) aquella novedad que tenían planeado introducir en la próxima clase.


Al escribir este post, estoy pensando que como actividad a hacer en el futuro se podría crear un barrio viviente, cada cual con una misión, el cartero, el alcalde (aquel que "quiere que sean los vecinos el alcalde"), panadero, farmacéutico, niños, animales...Se podría hacer una pequeña grabación, el escenario podrían ser diferentes proyecciones en la pared...habría que darle vueltas a esta idea...



Con segundo de primaria estamos trabajando las profesiones

- Cada cual elige en qué le apetece convertirse hoy; médico, enfermero, policía, alfarero, dentista, electricista, telefonista, profe... En fin, no hay por qué preocuparse, hoy puede elegir una cosa y mañana otra. 

- Se cuelgan  un cartel con el nombre de su profesión. 

- Construyen una ciudad donde cada cual ocupa su lugar y hace de lo suyo. 
Quizá haya que agruparse, o distinguirse o viajar de un lado a otro. Quizá haya que vender un producto o conseguir clientela. A lo mejor toca buscar ladrones o apagar fuegos... Todo puede ocurrir en una ciudad que construimos entre todos. 













Actividades Flash

Creo que tener disponibles actividades que se puedan hacer de forma rápida y sencilla en momentos concretos es muy útil. Sirven para romper con la monotonía y explorar otras áreas que no tienen por qué estar relacionadas con la materia que se esté dando.

Con el primer ciclo de primaria propongo actividades de lateralidad psicomotriz; uno cierra los ojos y los demás han de guiarle hasta un objetivo concreto (un reto para quien sigue las órdenes y otro más grande para quien las da). También les pido que sigan una línea en zig zag trazada en el suelo (hecha con cinta aislante) y vayan diciendo qué dirección toman. Como han aprendido las coordenadas geográficas, norte, sur, este y oeste, les pido que se guíen usando esa nomenclatura.

En un cartón grande (es impresionante la de cartones gigantes que genera un colegio), hago agujeros de diferentes tamaños, deben hacer aviones de papel y colarlos por los diferentes agujeros a distintas distancias (actividad de dos minutos).


Intento tener en cuenta qué ocurre en la actualidad para poder hablar o discutir sobre ello. El 14 de Noviembre ocurrió el fenómeno de la Superluna. Días antes colgué carteles por primaria titulados "Misión Posible", proponía que mirasen al cielo el día del acontecimiento y observaran aquello que más les llamase la atención. Luego tuvimos unos minutos para discutirlo en clase.

Es muy útil tener alguna actividad que se pueda retomar varias veces, como esta de "instrucciones para"


La torre más alta: 






Momentos de mucho miedo.

Cuando se acerca Halloween se saborea el nervio-miedo-excitación en el ambiente. Niños que comentan películas de sustos, otros que se tapan los oídos (y los ojos), algunos que dibujan como poseídos (en su afán de exorcizar miedos atascados). ¿Cómo no aprovechar esto para pensar sobre el miedo en general y los miedos en particular?
Pues eso hicimos con los niños de primero, segundo y tercero de primaria. Después de debatir seriamente en qué consisten los miedos, para qué sirven, cuándo, cómo y cuántos se pueden tener, pasamos a leer el libro "Gustavo y los Miedos" de Ricardo Alcántara (muy buena recomendación de Bea "la sabia"). Hice una pequeña presentación con Prezi para ilustrar y estimular la imaginación.


Una lectura lenta que nos permitía hacer asociaciones con nuestras propias experiencias, deshilachar los sustos, revisarlos, repensarlos. 
Ahora toca dibujar. Cada cual dibujaba sus miedos a lápiz, cosas desagradables que gustan poco, después ya podíamos ponernos a jugar. 
Armados con rotuladores de colores podíamos ridiculizar esos miedos. Un monstruo con bigote verde ya no da tanto susto, eh? (algunos les dibujaron aparato dental, otros les coloreaban las uñas y muchos les humanizaban dibujando sus pises y sus cacas, qué risas). Parecía que lo que antes habíamos generado como algo digno de respetar y temer, se había convertido en algo más o menos ridículo que estaba bajo nuestro control...hasta nos podía caer bien.






Al mismo tiempo y durante una semana, colgué unos ojos (pelotas de ping pong) en sitios un poco escondidos en el pabellón de primaria, no expliqué nada, lo hice sin que nadie me viera. En lugares visibles puse carteles inquietantes; 



Pasada una semana confesé a los niños mi preocupación por haber descubierto unos ojos que nos vigilaban (sabían de qué hablaba). Les pedí que hicieran un mapa del pabellón (tengo mucho interés en fomentar su capacidad de orientación espacial) en el que señalasen cada par de ojos que encontrasen. Excitación máxima. Mapas hechos con vista aérea, en tres dimensiones...tensión, emoción y aprendizaje.
 




Primero de Primaria, comienzos

Me encontré con un grupo de 15 niños interesadísimos por todo lo nuevo.
Sólo el saber que mi primer apellido tiene forma (dibujé una mesa) y mi segundo podía convertirse en un jeroglífico (Churruca, que derivó en "Eva Mesa Churro"), les pareció de lo más excitante y abrió la posibilidad de trabajar con un grupo plenamente entregado.
Cada mañana traía una caja-baúl "mágica", que sólo si se concentraban mucho podría ser abierta. En ella aparecían elementos que nos podrían servir para empezar a trabajar diferentes cuestiones.


El sentido del gusto, por ejemplo. Con los ojos cerrados saborearon limones, endivias, chocolatinas y kikos...intentamos discernir en qué lugar de la lengua lo saboreaban más, y con plastilina hicimos nuestra "bocota".
Pusimos una guirnalda de luces de colores en el suelo (estilo teatral) y cada científico tenía que captar el interés de su público explicando qué habíamos aprendido.





¿Taller de Comunicación? ¿Y eso qué es?

Después de haber invertido un trimestre dando el llamado "taller de comunicación" a lo largo de primaria, puedo re-pensar en qué consiste, para qué sirve y cómo puede mejorarse.

Mis objetivos iniciales que, creo no han variado, tienen que ver con hacer que todo aquello que aprendan los niños, tenga un carácter comunicacional. Que aquello que han de integrar como conocimientos nuevos, sea digerido con el objetivo de haberlo filtrado de tal manera que sean capaces de lanzar ese aprendizaje hacia fuera, transmitirlo del modo que sea.



Teníamos que poner unas normas; derechos y deberes de cada uno de los componentes de esta aventura. Tendríamos pues que discutir cómo querríamos que fuera nuestro "Clima Clasero", qué consecuencias tendría no someterse a la "ley del cencerro" (tengo un cencerro que toco y todos han de congelarse). Eso sí, yo también estaba implicada, si infringía alguna norma tendría que hacer flexiones como cualquier miembro del grupo.