Utilizamos el cuerpo del otro como herramienta de trabajo. La mano puede ser un elemento muy variable según la perspectiva desde la que la miremos, se puede transformar en una verdadera obra de arte.
Reunidos por parejas, observamos atentamente la mano del otro; la tocamos, movemos, acercamos, alejamos, hasta que descubrimos cómo utilizarla como soporte expresivo.
Transformamos esa parte del otro en una "gran obra"; debemos ponerle un título digno y hacer que nuestro lienzo (compañer@) esté orgullos@ de portar esta novedad en su cuerpo.
Una obra efímera, habrá que borrar sus huellas antes de la siguiente clase.
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